Philippe Rahm, poética determinista

Los ojos de los arquitectos son codiciosos: leen
formas, atrapan formas, manipulan formas, y es bueno que sea así. Pero, en su
fascinación por lo visual, los arquitectos y quienes les enseñan a discriminar
qué es o qué no es ‘disciplinar’ han dejado de lado la componente invisible de
la arquitectura, esto es, la parte térmica, termodinámica, ambiental o
medioambiental que, desde siempre, compone los entornos humanos y que, por
tanto, resulta ser una más de las dimensiones ‘disciplinares’ de la
arquitectura.
Hay varias maneras de sacar a la luz este lado
fundamental pero aún ninguneado. Una es operativa, y consiste en hacer del
control del clima una estrategia prioritaria del proyecto, de manera que las
nuevas formas lleguen a ser el resultado de nuevas funciones, las climáticas.
La otra, más contenida, es histórico-crítica, y se orienta a desvelar los modos
en que las cuestiones medioambientales han determinado técnica y culturalmente
la arquitectura.
Ambas perspectivas son complementarias. Mientras que
la visión histórico-crítica relativiza las aspiraciones deterministas de la
visión operativa, esta dota de pertinencia contemporánea a aquella y evita que
se convierta en simple arqueología erudita. Así y todo, las relaciones entre
ambas distan de ser amables; reproducen, de hecho, las tensiones que se dan en
general entre los proyectistas y los historiadores, afines los unos al
presentismo y cómodos los otros en el pasadismo.
Aunque haya ensayado una tan interesante como
anticulturalista exploración a la historia, Philippe Rahm pertenece por
sensibilidad y obra a los presentistas operativos. Para él, el clima, concepto
clave del Antropoceno, tiene la suficiente fuerza como para sostener un nuevo
tipo de funcionalismo al que aludiría bien el lema que el suizo se precia de
haber acuñado: «La forma sigue al clima». El funcionalismo medioambiental de
Rahm tiene, sin embargo, poco que ver con las fórmulas y los estilemas de la sostenibilidad
contemporánea, por cuanto, siendo mucho más radical, aspira a disolver la
arquitectura en campos atmosféricos y variables que, no por estar determinados
‘científicamente’, resultarían ser menos estéticos.
Presente ya en aquella instalación de la Bienal de
Venecia en la que dos jóvenes insertaban su desnudez en un ambiente
tecno-temperado —una suerte de burbuja de Banham, pero invisible—, el empeño de
Rahm puede haber perdido novedad, pero no radicalidad y coherencia, como
demuestran las decenas de escritos con los que ha difundido su programa
climático-estético a lo largo de los últimos quince años. Se trata de textos en
su mayor parte publicados en francés e inglés, pero a los que ahora podemos
acceder también en español merced a dos títulos breves pero muy representativos
de las ideas del autor: Escritos climáticos y Meteorología de los
sentimientos.
El primero es una atinada recopilación de ensayos en
los que Rahm aborda cuestiones como el ‘urbanismo termodinámico’, el ‘estilo
antropocénico’, la ‘arquitectura meteorológica’ o incluso la posibilidad de la
belleza. En todos ellos, el autor critica el giro visualista, ideológico y
superficial que a su juicio impuso la posmodernidad, y defiende el compromiso
con un materialismo que sería a la vez cientificista, fenomenológico y
neomarxista. Se trata del mismo materialismo de base climática y corporal del que
da cuenta Rahm en Meteorología de los sentimientos, un libro
orientado a públicos amplios en el que, a través de un ameno paseo por
conceptos como la radiación, la inercia, la insolación, el enfriamiento, la
conducción, la evaporación o el clima, se propone la metamorfosis de la
sensibilidad humana y un replanteamiento de la arquitectura en términos más
científicos. Dos objetivos igual de improbables pero que Rahm —más artista al
cabo que arquitecto— conjuga con su personal poética determinista.
Escritos climáticos
Autor Philippe Rahm
Puente Editores, 2021
Meteorología de los sentimientos
Autor Philippe Rahm
Ediciones Asimétricas, 2022