Id y dominad la Tierra

«Id y
dominad la Tierra.» No es casualidad que la civilización comenzase con este
mandato bíblico, pues el modo en que el hombre explota la naturaleza da cuenta
también de su comportamiento como especie y de la manera en que construye su
imaginario moral y cultural. Analizar cómo dominamos hoy la Tierra, advertir de
las consecuencias económicas y sociales de tal dominación y proponer un modelo
alternativo a todo ello, son los ambiciosos objetivos que acomete el
socioecólogo Ramón Folch en Ambiente, emoción y ética, en una
edición que amplía la primera del libro, de 1998.
La
oportunidad de esta nueva versión revisada es indudable, no solo porque su modo
a la vez divulgativo y sutil de tratar aquellos asuntos que apenas han sufrido
cambios —la condición humana («no nos comportamos como especie, sino como
plaga»), la relación entre tecnología, economía y energía (con enjundiosos
incisos sobre la arquitectura), el sansculottismo ecologista—
siga siendo pertinente, sino, sobre todo, porque la principal conclusión del
libro —la sostenibilidad no es una cuestión de técnica, sino de moral— está
lejos de ser un lugar común.
Muchas
cosas, demasiadas, han ocurrido desde 1998, pero ni la crisis económica y
energética que nos atenaza ha cambiado en lo sustancial nuestro modelo de
desarrollo, ni la creciente globalización nos ha dotado aún de una visión
holística sobre la sostenibilidad. El reto pendiente, por tanto, no está tanto
en ser capaz de analizar los hechos que describen la realidad, como en
construir los valores que nos permitirían transformarla. De ahí que el enfoque
de Folch, en el que la economía y la tecnología se ‘subordinan’ a una ética
medioambientalista, resulte tan certero como difícil de llevarse a cabo. Ya lo
sabían los griegos: «A los hombres no les convencen los hechos, sino las
opiniones sobre los hechos.»
Ambiente, emoción y ética
La cultura de la sostenibilidad
Ramon Folch
Editorial RBA, 2012
Publicado originalmente con
el título “Hechos y valores” en Arquitectura Viva 148 (2013).