La arquitectura como ciencia

En los tiempos delicuescentes que
corren, afirmar que la arquitectura es una ‘ciencia’ resulta problemático.
Problemático y, como pretende acaso el autor de este libro, Ramón Araujo,
también polémico. Y ello en un doble sentido: porque el autor cree que la
arquitectura es cosa de raciocinio más que de inventiva; y porque, en paralelo,
afirma que el proceso de proyecto, más allá de mixtificaciones formales y
narrativas ad hoc, se asemeja al de la ciencia, por cuanto
busca, entre todas las posibles, la solución óptima.
Por supuesto, este modo de entender
la arquitectura será considerado por muchos como anacrónico o, cuando menos,
‘conservador’; calificativos que no disgustarán a un autor que reconoce su
deuda con el clasicismo, comparte la ambición tipológica y deductiva de Durand,
y cree, como Vitruvio, que el arte de la arquitectura, generalista e
integrador, tiene un núcleo insoslayablemente racional.
Partiendo de aquí, la pregunta
sería hasta qué punto es posible, en el siglo xxi, un ‘tratado’ de arquitectura
en el sentido más bien fuerte que Araujo propone. Para responderla, puede
acudirse al propio libro, un volumen breve pero ambicioso que, bajo su
apariencia de manual académico, oculta reflexiones de calado y da una imagen
ajustada e inteligente de la disciplina.
En su empeño racionalista, el autor
organiza su tratado more geometrico, en dos partes. La primera
se titula, muy durandianamente, ‘principios de proyecto’, y aborda cuestiones
como el espacio, la construcción, la estructura, el acondicionamiento ambiental
o la ciudad. La segunda —no menos durandiana y, como la primera, enriquecida
con muchas y buenas ilustraciones— se dedica a los ‘tipos’ arquitectónicos
—viviendas, escuelas, oficinas, hospitales o aeropuertos—, y en ella el autor
demuestra una formidable capacidad de síntesis que sin duda agradecerán quienes
todavía busquen en la arquitectura cierto rigor y precisión.
La arquitectura como ciencia
Principios de proyecto y tipos de edificio
Ramón Araujo
Editorial Reverté, 2019